Inmersos todos en una época en la que Instagram tiene más visitas al segundo que turistas han visitado el Coliseo Romano, donde los días son jornadas con 24 horas planificadas por padres y madres enganchados al grupo de whatsapp del colegio para que sus peques no olviden hacer ninguna tarea y en la que los cumples son perfectas bodas más que cumples, resulta que somos conscientes y partícipes de todo lo que le pasa al mundo pero nos cuesta encontrar 5 minutos al día para prestarnos atención a nosotros mismos y de este modo ser parte activa de este nuevo movimiento llamado Mindfulness que a muchos ya nos tiene enganchados.

Pero empecemos por explicar en qué consiste esto del Mindfulness o conciencia plena. El Mindfulness es un estado de atención en el momento presente, en el que podemos percibir claramente nuestros pensamientos, sensaciones físicas, emociones y sucesos en el momento en que ocurren sin tener que reaccionar de forma automática y/o habitual, lo que nos permite descubrir un espacio en el que puede tener cabida la posibilidad de elección acerca de cómo responder.

Por todos es conocido que los niños son los que más atención plena y Mindfulness realizan -sin saberlo- del mundo, ya que son los verdaderos maestros de vivir el presente. Fluyen de forma espectacular cuando juegan, ríen muchísimo más que los adultos -400 veces al día frente a 15 de los adultos-, muestran una pasión y un asombro infinitos ante las cosas, no se preocupan por el “mañana” ni le dan vueltas al “ayer” y viven cada experiencia como si fuera la primera vez. Por estos motivos son unos expertos innatos en Mindfulness.

El problema de estos niños es que con el tiempo van perdiendo esa capacidad, y experimentan algunos puntos débiles: a veces no saben gestionar bien sus propias emociones, sobre todo las negativas como el enfado, la ansiedad o el miedo; en el colegio tienen facilidad para perderse y no están atentos a lo que les transmite el docente y en casa se abstraen de las indicaciones de los padres. Si a todo esto añadimos el tiempo que las nuevas tecnologías cogen prestado a los más pequeños, el resultado es que se desprenden del talento innato de vivir en el aquí y en el ahora demasiado pronto. Redes Sociales y videojuegos son ejemplos de entretenimiento que, mal llevados, rompen la atención del presente en niños y adultos perdiendo además, entre otras muchas cosas, la capacidad de concentración en lo que hacemos, provocando una disminución del rendimiento y/o ansiedad.

Mindful KIDS, la perfecta herramienta educativa para implementar el Mindfulness en el aula

En este contexto, la buena noticia es que los niños aprenden muy rápidamente a vivir su vida desde el presente y Mindful KIDS es la herramienta educativa perfecta para poner en práctica dicho aprendizaje de forma lúdica y sencilla.

Lo primero que sorprende de Mindful KIDS es lo intuitivo, participativo y sencillo que es el juego, ya que basta con elegir un disco de entre los propuestos y girar una peonza para que, a través de las diferentes técnicas y actividades propuestas, los niños obtengan el máximo beneficio de la práctica de Mindfulness en el aula de infantil, realizando ejercicios de respiración, relajación, meditación, yoga, masajes y mandalas.

Los que trabajamos por y para los niños, siempre tenemos muy presente una inquietud, y es que sea cuál sea el aprendizaje, este llegue al mayor número de niños. Cuando desde MarcAis nos planteamos aplicar Mindful KIDS en el aula, pensamos en si podía ser de gran ayuda para todos los niños, y en especial para los que se encontrasen muy estresados, dispersos o angustiados, de modo que pudiesen encontrar su centro y relajarse.

Beneficios del Mindfulness en el aula

En este sentido, hemos podido comprobar que a lo largo de estas primeras sesiones Mindful KIDS lo ha conseguido al 100%. Por ello desde nuestra experiencia recomendamos su utilidad a todo docente, ya que, entre otros, estos son los beneficios que aporta la práctica del Mindfulness:

• Mejora la atención, la capacidad de concentración y la memoria.
• Favorece la capacidad de relajarse, el descanso y promueve dormir bien.
• Aumenta la confianza en uno mismo y respecto a los demás.
• Ayuda a hacerse responsable de sus conductas y comprometerse con sus decisiones.
• Facilita la gestión y comunicación de las emociones, tanto las propias como las de los demás.
• Rebaja el nivel de ansiedad y estrés en los niños causado por exámenes y tareas escolares.
• Favorece la enseñanza de las inteligencias múltiples  en niños.
  

  Consejos para jugar con Mindful KIDS en el aula

  Si como docente piensas que puede ser un buen momento para empezar a aplicar el Mindfulness en el aula de infantil, Mindful KIDS es la herramienta educativa para ello, junto a estos pequeños consejos:

  • Constancia y paciencia: elige momentos fijos. Nada más llegar al aula, Mindful KIDS puede ser el mejor modo de darle los ‘Buenos días al mundo’. Al principio, puedes empezar por 2 o 3 días a la semana a la misma hora. Con unos 4 o 5 minutos sería suficiente para los niños más pequeños y entre 5 y 15 minutos para los mayores. Los resultados no siempre se darán de inmediato, será con la práctica regular cuando se observarán los mayores beneficios.
  • Lugar: es aconsejable que el aula transmita tranquilidad y no haya interrupciones. Con el tiempo se podrán hacer los ejercicios en otros espacios.
  • Actitud: se debe proponer la práctica con una actitud lúdica, llena de humor y de aventura pero de forma relajada. Si algún niño se resiste, se le puede proponer hacerlo en otro momento de modo que la actividad sea útil para él.
  • Facilidades: Al inicio, conviene repetir algunos ejercicios que les sean especialmente atractivos o fáciles. Aunque el ejercicio sea el mismo, la experiencia personal puede ir cambiando en cada ocasión.
  • Participación: resulta muy motivador practicar el juego nosotros al mismo tiempo con los niños, estar ahí con ellos, viviendo una experiencia compartida.
  • Debemos aceptar y valorar el esfuerzo, con amabilidad. Hay días en que el niño se siente mejor y la práctica sale “brillante”; y otros está más distraído, más tenso y aparecen más dificultades. En todo caso hay que transmitirle que sea consciente de ello y que lo está haciendo bien, aceptando las cosas tal y como son en ese momento.
  • Pregúntales por la experiencia, pídeles que expresen sus sensaciones al terminar los ejercicios. Estas no son ni buenas ni malas, simplemente vivencias de cada momento. Si en ese instante no le apetece comentarlo, podemos buscar otro momento para ello.

  Estamos presenciando una transición educativa en la que el sistema tradicional da paso a nuevas metodologías en las que el niño es el foco del aprendizaje y no el docente. Siendo así, no cabe duda de que jugar es una de las herramientas más útiles en este nuevo escenario, ya que si algo garantiza el aprendizaje es el juego, y Mindful KIDS  lo corrobora.