Como cada año, los profesores se afanan por preparar novedosas iniciativas y acciones dentro de sus clases para mantener la atención de sus alumnos. Las ganas de sorprender e innovar en las aulas son la tónica dominante a lo largo de los meses, sobre todo para los profesores de educación infantil.
Captar la atención de los niños de entre tres y cinco años es complicado, por lo que se hace más importante si cabe la organización previa de las lecciones. Si este es tu caso, queremos facilitarte algunos juguetes educativos para niños de 5 años con los que podrás preparar tus clases en función de la materia que vayas a tratar:
Activity Clock:
Este juego es perfecto para iniciar a los niños en la temática de las horas y el transcurso del tiempo. Está compuesto por un reloj de plástico con manecillas de colores y 12 fichas con distintas situaciones y franjas horarias. Con él puedes enseñar a tus alumnos las diferentes horas del día e, incluso, a distinguir entre a.m. y p.m. Es una actividad que puede dar mucho juego a tus clases, ya que puede convertirse en un recurso recurrente. Por ejemplo, puedes pedir que cada día sea un niño distinto el que, en un determinado momento de la clase, indique la hora que es a los demás, así todos participarán y día tras día irán familiarizándose con el tiempo.
Euro Shopping:
Activity ABC:
Una de las principales cosas que aprenden los niños de cinco años en la escuela es el abecedario para, más tarde, poder aprender a leer y escribir. Con este juego les será mucho más fácil no sólo memorizarlo, sino también saber identificar las distintas letras cuando las vean escritas. Activity ABC es un conjunto de plantillas de letras que los niños pueden usar para componer palabras o simplemente formar el abecedario. Pero no sólo es útil para eso, ya que las letras también pueden ser cosidas con cordones, lo que ayuda a mejorar el sistema psicomotriz de los alumnos y a memorizar las grafías de cada letra.
Emotiblocks:
Estos juguetes han sido una revelación para muchos profesores y, de hecho, han sido premiados con varios galardones como el de Mejor Juguete del año 2015 otorgado por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes. Emotiblocks son una serie de muñecos que ayudan a los niños a identificar las diferentes emociones del ser humano. Alegría, tristeza, sorpresa, enfado, vergüenza… Cada pieza representa un sentimiento y, gracias a los gestos faciales, los alumnos podrán diferenciarlos. También es útil para inculcar distintos valores a los pequeños, así como para que estos puedan aumentar su vocabulario.
Puzzle progresivo de animales:
Este juego está compuesto por tres modelos de puzzles distintos de 6, 12 y 24 piezas cada uno. Al tener diferentes números de piezas, sirve para poder ir aumentando progresivamente la dificultad. Los puzzles siempre han sido uno de los juguetes educativos esenciales en los colegios, ya que gracias a ellos los alumnos pueden aprender muchas cosas como la capacidad de concentración, la destreza y la coordinación. Además, al ser imágenes de animales, también sirven para que los niños comiencen a familiarizarse con ellos y sepan distinguirlos.
Job Blocks:
De la misma familia que los Emotiblocks, este juego recurre a los mismos personajes pero con una finalidad distinta: enseñar a los alumnos a distinguir diferentes tipos de profesiones. Policías, bomberos, médicos, cocineros… Las figuras representan distintos oficios y se trata de que los niños los identifiquen según la vestimenta. El juego está formado por 6 personajes y 6 escenarios, por lo que además de conocer su atuendo, los niños también han de saber asociar correctamente cada muñeco con su lugar de trabajo.
Magnetic Board y set de números y letras:
Un elemento esencial en cualquier clase de infantil son las pizarras magnéticas. Estas son muy valiosas cuando se está enseñando a los niños a leer y escribir, así como cuando están empezando a familiarizarse con las unidades numéricas. Este set compuesto por una pizarra, letras y números es perfecto para que los niños aprendan a reconocerlos y diferenciarlos, así como a formar sus primeras palabras o números compuestos. Las distintas piezas son de colores, por lo que llaman más la atención de los niños y les resulta más sencillo memorizarlas.